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Vecinos de Amieva y Ponga urgen a Fomento el arreglo del desfiladero de Los Beyos

Vecinos de Amieva y Ponga urgen a Fomento el arreglo del desfiladero de Los Beyos

Vecinos, trabajadores y transportistas que utilizan prácticamente a diario la carretera que une Cangas de Onís con León a través de los concejos de Amieva y Ponga, muestran su total acuerdo con los alcaldes de ambos municipios, José Félix Fernández (Foro) y Marta María Alonso (PSOE): es necesario arreglar la N-625, sobre todo, a su paso por el desfiladero de Los Beyos «donde a veces no es que no quepan dos camiones si se cruzan, es que ni siquiera libran bien dos coches», explica Santiago Suárez, taxista, desde Precendi.

Se trata, además, de una vía por la que circulan no solo camiones, furgonetas o vehículos particulares, «sino también los autobuses de las dos líneas de transporte escolar que hay en esta zona y es una vergüenza que digan que su mejora no es una prioridad», argumenta Yajaira Ania. Para ella, este tramo «es un peligro. En muchas zonas no hay quitamiedos, en otras en que algunos muros hacían esa función apenas quedan unas piedras y hay varios lugares en los que se producen desprendimientos. Sinceramente, mete miedo», sentencia. A su indignación por haber sabido que el Ministerio de Fomento no considera prioritario adecuar esta carretera a sus necesidades actuales, se une la preocupación, aún mayor, «cuando llega la temporada de la hierba, y suben y bajan camiones enormes cargados hasta arriba. Aquí no pasa nada más porque la gente sabe cómo es esto y va despacio, si no... o te vas al río o te estampas contra la roca», concluye Ania.

Ángel Intriago, que se crió en la zona y ha vuelto a vivir a Vega de Cien después de varios años residiendo en Gijón, es de la misma opinión que sus vecinos y a la vez que reconoce que esta vía «tiene falta de arreglo», destaca también que «para el tránsito que tiene y cómo está, todavía hay pocos accidentes y pasan pocas cosas», asegura con la convicción que le da el haber conocido la zona en épocas bastante separadas entre sí por el tiempo.


Aún peor en verano

Con la llegada del buen tiempo, el tráfico se intensifica aún más en una zona repleta de atractivos turísticos para quienes disfrutan de los alojamientos rurales y la montaña. Es en ese momento, explica Ángeles Dago desde La Huera, «cuando todavía es peor porque no solo hay muchos más coches, sino también por los autobuses», señala. «No es la primera vez que, por lo estrecha que es la carretera y las curvas tan cerradas, tiene que bajar mi marido delante de algún autobús para indicarles si viene algún coche de frente para que frenen o se aparten. Los turistas están menos acostumbrados que nosotros y lo pasan aún peor. A la gente le da miedo», sentencia.
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Roberto Sordo, de Llanes, pero que en este momento está trabajando en La Huera y conoce bien la vía, lamenta que «en cuanto pasas de Asturias a León, la diferencia ya se nota: la carretera es un poco más ancha, está mejor asfaltada y hay más redes antiavalanchas». Porque ese es otro de los grandes riesgos del Desfiladero de Los Beyos: la caída de piedras y ramas que se intensifica más aún «con la lluvia y el viento y hay zonas en las que cae de todo, no es ninguna broma», argumenta Sordo. Tanto él como Ángeles Dago destacan, nuevamente, que «los accidentes no son más graves porque los conductores son prudentes y van despacio, pero casi todos los años hay dos o tres de motoristas, por ejemplo, y este tramo no debería seguir así bajo ningún concepto».

En el bar Puente La Huera, a kilómetro y medio del gran cartel esculpido en la piedra que separa Asturias de León, Eduardo Rivero y Julia Vidarte creen que «es increíble que no sea una prioridad arreglar esto. Desde esta zona es la única forma de salir a la Meseta y la gente tiene miedo, no es ninguna ocurrencia», aseveran. «Esta carretera no es segura para nadie. Quien diga que no hace falta arreglarla es que no la conoce o que no le importa», concluyen.

Referencias

El Comercio