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Más de 200 feligreses de Amieva, Ponga y Onís despiden a su cura

Más de 200 feligreses de Amieva, Ponga y Onís despiden a su cura

Más de 200 feligreses de los concejos de Onís, Amieva y Ponga homenajearon ayer en Cangas de Onís al sacerdote Rubén Pulido, el cura que el próximo 15 de septiembre dejará de atender 18 parroquias en los tres municipios citados porque el Obispado le comunicaba hace unos meses su traslado a tierras de Cabranes, Piloña y Villaviciosa donde va a tener a su cargo 15 parroquias. La reunión con el sacerdote se realizó en el restaurante Villamaría, de Cangas de Onís, y estaba organizada por María Luisa Alonso, de Onís; Ana Gallinar, de Ponga, y Carmina Fernández, de Amieva. Cada asistente pagaba 25 euros, que alcanzaban para el desplazamiento en autobús, la comida y la compra de varios regalos para el sacerdote: un micrófono inalámbrico, un portafolio de gran tamaño, una caja de habanos, un cortador de puros y cerillas especiales para encender vegueros.

El sacerdote, que recibió innumerables muestras de afecto y escuchó de sus feligreses frases como «es una pena que te vayas, no estamos conformes con tu marcha, pero te deseamos mucha suerte», les transmitió que «sois gente maravillosa, gente que nunca voy a olvidar y personas de las que recibí mucho más de lo que entregué a cambio». De su nuevo destino explicó que seguirá tratando con «gente de pueblo, sencillas, comprensivas y que van a hacer fácil mi labor. El único problema será compaginar los horarios», precisó. Y para concluir tuvo un recuerdo especial para José Remis 'Pepillo', la persona que durante seis años fue su ayudante: «Pepillo es buenísimo, un fuera de serie, gracias a él conocí al dedillo todas las parroquias y me demostró que tiene un ordenador en la cabeza».

No faltaron a la cita los alcaldes de los tres concejos en los que trabajó Rubén Pulido: Mercedes Traviesa, de Ponga; José Félix Fernández, de Amieva, y José Manuel Abeledo, de Onís. Cada uno le ofreció un regalo en nombre del municipio y todos recordaron las rehabilitaciones emprendidas por Pulido en capillas «prácticamente en ruinas». Tampoco quiso faltar a la cita el anterior regidor de Ponga, Cándido Vega. Ni las cinco hermanas Vega: Guadalupe, Beatriz, Elena, Ana María y Josefina, vecinas de Vega de Cien, quienes aseguraron que Rubén Pulido es «un cura sociable, muy cercano a las personas, sobre todo a los niños. Estamos aquí porque se merece este homenaje y confiamos en que el cura nuevo le iguale».

Referencias

www.elcomercio.es