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Los queseros de Los Beyos confían en vender su producto con marca de calidad este verano

Los queseros de Los Beyos confían en vender su producto con marca de calidad este verano

Los queseros de Los Beyos están un paso más cerca de conseguir que la comercialización de su producto se inicie de manera oficial ligada a la recientemente conseguida Indicación Geográfica Protegida (IGP). Así lo confirmaba ayer tanto los propios productores como dos miembros del Laboratorio Interprofesional Lechero y Agroalimentario de Asturias (LILA), entidad que se hará cargo de la gestión del nuevo sello de calidad. Las primeras tareas de promoción podrían iniciarse, de no darse ningún retraso, «en dos o tres meses». Y es que ayer, las dos queserías que mantienen de forma activa la producción de esta variedad quesera se reunían en el Ateneo de Sames, en Amieva, para comenzar a elaborar las bases del Consejo Regulador de Los Beyos.

Desde que a principios del mes de marzo la Unión Europea reconociera esta etiqueta de calidad, que va a permitir la comercialización reglada de este producto y dotar al consumidor final de una confianza extra respecto a la calidad de lo que compra, pocos han sido los avances pese a que los queseros llevan años esperando este distintivo. Ahora, sin embargo, la Consejería de Agroganadería ha convocado un programa de ayudas para el desarrollo de programas agroalimentarios de signos de calidad diferenciada y los productores esperan poder acogerse a él. Para ello ayer comenzaron a elaborar el presupuesto anual base para el nuevo Consejo Regulador, que rondará los 12.000 euros.

El trabajo comienza ahora a ser constante por lo que estos elaboradores confían en que la IGP pueda comercializarse «a partir de mediados de este mismo verano». «Queremos empezar a existir oficialmente, porque hasta ahora lo único que teníamos era una asociación para promocionar por nuestra cuenta el queso, éramos virtuales prácticamente», reconoce Marino González, de la quesería La Collada. El siguiente paso lo dará ahora el LILA, visitando cada una de las queserías para comprobar que cumplen todos los requisitos necesarios para formar parte de la IGP.

Ayer en Sames se encontraban miembros de las dos queserías que se mantienen activas en el concejo de Amieva. El resto de los queseros, de La Fresneda (Amieva), Oseja de Sajambre y Ponga, excusaron su ausencia pero, teniendo en cuenta que en la actualidad su actividad es nula, se desconoce aún si están dispuestos a participar en este nuevo proceso de reconocimiento y promoción. «No están produciendo y no sabemos si querrán formar parte del proyecto, pero nosotros vamos a apostar por ello, aunque no sea más que por los años que llevábamos esperándolo», explicó Ana María Álvarez, de la quesería Pregondón.

El escaso número de productores no debe ser un problema para este proyecto. De hecho, una de las responsables del LILA destacó que en el Consejo Regulador de variedades como el Casín, «están tres productores». «Lo bueno que tiene el crear una sociedad como la IGP es que seguramente la producción vaya a más, consiga ir creciendo. En Gamonéu empezamos con 8 queserías y ahora son 20», destacó Isabel Nogueiro. Ésta es otra de las principales reivindicaciones de los actuales elaboradores. «Alguna quesería más debería haber, somos muy pocos y crecer siempre sería positivo», argumentó Aurora González, de la quesería La Collada. «Estas figuras de calidad, aunque en un principio suponen mucho esfuerzo, a la larga son un beneficio, y la mejor prueba de que esto funciona es que se dan de alta nuevas queserías», valoró Nogueiro.

 

Respaldo municipal

El apoyo por parte del Ayuntamiento de Amieva será «el máximo, en la medida de nuestras posibilidades», señaló el regidor, José Félix Fernández. Para el edil este reconocimiento europeo «llega en buen momento y puede revitalizar la actividad económica del concejo enormemente». «Desconozco la implicación del resto de municipios pero desde luego en Amieva consideramos la IGP como un motor generador de riqueza», estimó. Así lo respaldan los propios queseros que son conscientes del cambio que puede suponer este nuevo contraetiquetado en el mercado. «El salto va a ser importante, éramos la variedad olvidada de la zona y eso va a cambiar. Podremos llegar a esos mercados en los que sólo se buscan quesos con marcas diferenciadas», analizó Marino González. En cuando a la implicación de las Administraciones regionales, el productor recordó que «éste va a ser un proceso atípico, en el sentido en el que participarán los gobiernos de varias comunidades».

Referencias

elcomercio.es